La inauguración de la línea de AVE entre Venta de Baños y Burgos está más cerca que nunca, y tras un sinfín de tropiezos, retrasos y problemas durante los últimos años, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y la operadora Renfe han iniciado el último paso antes de que pueda entrar en servicio el tramo.
De esta manera, desde el pasado martes y hasta el próximo 23 de octubre las dos compañías realizan una veintena de viajes diarios -180 en total- entre Valladolid, Palencia,Venta de Baños y Burgos, donde se sitúa su paso por el término municipal de Soto de Cerrato, para testar una por una las señales instaladas y comprobar su recepción por parte de los trenes comerciales.
La tarea sirve, además, para que los maquinistas que conducirán en esta línea se aprendan el recorrido y vayan conociendo todos sus pormenores cuando se alcancen velocidades superiores a los 300 km/h.
Una vez que termine el proceso se remitirán todos los datos en un informe a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, entidad dependiente del Ministerio de Transportes, que será la que tenga que tomar la decisión final de autorizar la entrada en servicio de la línea.
No obstante, cabe la posibilidad de que este organismo tenga alguna duda sobre los resultados o exija más pruebas, lo que retrasaría su respuesta y obligaría a volver a reactivar los test. Posteriormente, Renfe deberá asignar los trenes y frecuencias que considere oportunas para explotar la misma.
En esta fase de fiabilidad se cubren de manera casi ininterrumpida los trayectos entre Valladolid y Burgos (45 minutos), donde se incluye el paso por Soto de Cerrato, y entre Palencia y Burgos (36 minutos) a diario. Sin embargo, estos tiempos no serán las frecuencias definitivas que tengan los trenes que circulen dentro de unos meses por la línea del AVE, aunque se acercarán mucho.
Las pruebas se realizan con un modelo S/130 -conocido comúnmente comoAlvia- el que estuvo reconociendo el recorrido tras llegar desde Madrid, y un S/730 -muy similar al anterior salvo en el motor, que combina el de combustión y el eléctrico-.
Durante los primeros días, operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias acompañaron a los profesionales de Renfe en los recorridos, pero en el tramo final de los test serán estos últimos, en solitario, los que realicen las labores de reconocimiento. De este modo, y tras más de una década desde que arrancarán los trabajos de construcción, ADIF culminará su parte del trabajo y pasará el testigo al operador.
El tramo Venta de Baños-Burgos, que pasa por el municipio de Soto de Cerrato, cuenta con 95,5 kilómetros de nueva plataforma, incluyendo los ramales de conexión y la variante ferroviaria de Burgos.
Forma parte del Eje Atlántico Ferroviario Europeo, dando continuidad en territorio español a la línea Madrid-Valladolid-Vitoria-Frontera Francesa, y al Corredor Norte-Noroeste de Alta Velocidad.
Después de detenerse los trabajos por el parón obligado durante el estado de alarma, el único fleco que queda aún suelto para la llegada delAVE a la capital burgalesa es la construcción de la plataforma en la estación donde subirán y bajarán los viajeros.
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