Por su interés, reproducimos el pregón de las Fiestas de San Antonio de Soto de Cerrato de 2016, en su integridad, y pronunciado por Ignacio Cosidó Gutiérrez, director general de la Policía Nacional:
Siempre he tenido el Cerrato como la patria de mi infancia, como mi patria chica.
Por eso constituye para mí un honor muy especial poder pregonar vuestra fiesta de San Antonio de Padua en un pueblo tan cerrateño y que he visitado en tantas ocasiones.
Gracias alcalde por tu invitación y gracias a todos vosotros por venir esta noche.
Me gustaría que este pregón fuera en realidad un homenaje a todos los soteños y por extensión a todos los héroes rurales que en toda nuestra provincia palentina mantenéis vivos nuestros pueblos y permitís a otros muchos que vivimos fuera venir a disfrutarlos.
Rendir así un merecido homenaje a todos los agricultores que seguís sacando del campo cada año lo mejor de la tierra para alimentarnos y para sostener nuestra economía.
También quiero hacer especial reconocimiento a aquellos que con tanto esfuerzo logran mantener su ganadería a flote a pesar de todas las dificultades, que son muchas en estos momentos.
A las mujeres del mundo rural que sois las verdaderas heroínas castellanas que con tanto trabajo y sacrificio han sacado adelante sus hijos, han sostenido el hogar y son colaboradoras imprescindibles en las tareas del campo.
Siempre he créido que vosotras estáis hechas de un pasta especial, tenéis una fuerza que sólo puede venir del espíritu, sois madres que habéis trasmitido con vuestro ejemplo a las nuevas generaciones los valores más profundos de esta tierra, esposas que habéis hecho del amor un testimonio de entrega y servicio a la familia, abuelas que recordáis a vuestros nietos de donde vienen, quiénes son y cuáles son sus raíces.
Un homenaje también a tantos alcaldes, como Jesús Mari, y tantos concejales rurales que de forma generosa e integra se ocupan de los vecinos a cambio de nada con un espíritu de servicio del que tanto tenemos que aprender todos los políticos.
Mi reconocimiento también va dirigido a nuestros mayores que ya lo han dado todo pero que se resisten a abandonar sus pueblos y sus casas.
Personas cuya vida ha crecido en este paisanaje, cuya vista se ha recreado en rincones tan especiales y queridos como Las Derrumbadas, el Soto o el Prado.
Vecinos cuyos paseos han encontrado la referencia del Montón, han bordeado los huertos o el punto del Pilón como los lugares que os vieron pasar y crecer.
Y a los que tuvieron que marchar pero mantienen su vínculo vivo con el pueblo, y vuelven cuando tienen ocasión e incluso mantienen sus casas abiertas para que ellos y sus hijos puedan disfrutarlo en vacaciones.
Todos vosotros mantenéis con vida nuestros pueblos, mantenéis vivo este Soto de Cerrato, que es tanto como mantener vivas nuestras raíces y nuestra identidad.
Como bien dice Joaquin Galan en su antología Poetas del Cerrato, “Los pueblo no son una reserva para turistas. Ser del Cerrato es una manera de ser”. Gracias de corazón por seguir aquí desafiando el sino de los tiempos y haber preservado el verdadero alma del Cerrato.
Queridos soteños,
Conocí vuestro pueblo hace ya más de treinta años.
Cuando de niño vivía en el Polvorín, entonces llamado de Villodrigo pese a estar en Palenzuela, pasé muchas veces por el cruce de la carretera nacional y la entrada del pueblo, pero nunca crucé vuestro famoso puente sobre el rio.
El que me descubrió Soto fue mi amigo Arturo Cuervo cuando ambos teníamos poco más de 18 años.
En realidad venía a la casa de sus padres en Villaviudas donde su madre nos daba de desayunar unos huevos fritos con pan y chorizo que comíamos sin necesidad de cubiertos y que probablemente sean los mejores huevos que he comido nunca.
A Soto veníamos a visitar a su abuela, la Juliana, que vivía en una de esas casas antiguas que más parecía un museo etnográfico.
Es verdad que desde un punto de vista urbanístico el pueblo es un poco caótico pero esa irregularidad de sus calles le hace también tener su encanto.
Lo que más sorprende al forastero es vuestro templo parroquial dedicado a Santa María, construido en la alta Edad Media durante los siglos XVI y XVII.
Un templo que como bien sabeis fue levantado en diversas ocasiones y en el que figuraban escudos de varias órdenes militares.
Recuerdo bien cuando vuestro anterior alcalde me enseño la última reforma del templo. Lo cierto es que podéis estar orgullosos de vuestra magnífica iglesia dedicada a La Asunción de Nuestra Señora, adornada con yeserías del s. XVIII y presidida por un retablo barroco y con un segundo altar de típico estilo herreriano.
Precisamente La Asunción fue durante mucho tiempo la Patrona del Pueblo hasta que alguien, al parecer tras arduas discusiones, decidió cambiarla a fechas previas a la vorágine de la cosecha.
Soto, a lo largo de la historia, ha tenido algo de “costa palentina”.
Así lo utilizaron los obispos de Palencia en pleno esplendor de su poder, como lugar de descanso y veraneo.
¡No elegía mal el clero capitalino!
Realmente es un placer hacer parada en una villa tan representativa de este Cerrato áspero pero que encuentra en esta vega un pequeño oasis.
Un lugar tranquilo, dominado por el paisaje y el sosiego y marcado de manera inevitable y necesaria por la presencia del agua, elemento esencial de su idiosincrasia, que está en el origen del pueblo y del que desde siempre ha dependido su progreso.
Como dicen unos versos del poeta cerrateño Cesar Augusto Cesar:
Música que se regala
Aguas del Pisuerga hermoso
Verde en el dintel del agua
Como tórtola del dia
El sol se esconde en sus alas
Cansado esta el corazón
Y no ha de encontrar posada
Preparando este pregón he descubierto que poco se sabe y poco se ha escrito de la historia de vuestro pueblo.
Parece que una comunidad primitiva se asentó en estas tierras en el siglo XI, denominada entonces Soto de Luso.
Se trata en todo caso de una villa con realengo, porque pertenecía al Rey, cuyos orígenes entroncan con el cultivo de la vid y el gusto por el vino.
La Agricultura, junto al agua, es una segunda seña de identidad de este pueblo.
Está documentado que ya en el año 1070 Doña Domenga hizo donación al Monasterio de San Pedro de Cardeña de una viña situada en este Soto de Yuso, lo que nos indica la tradición y la calidad del vinco que se producía en este pueblo.
Tanto es así que Soto del Cerrato llegó a tener 270 viñedos, lo que le permitió ser uno de los pocos pueblos con el lujo de tener dos barriadas de bodegas: Las Bodegas de Arriba y las Bodegas de Abajo.
Hoy son el cereal, los forrajes y la remolacha los cultivos estrella.
Recuerdo también cuando asistimos a la inauguración de la nueva balsa y el nuevo sistema de riego que hoy permite a este pueblo estar en la vanguardia de nuestra agricultura.
Porque en su pequeña dimensión Soto de Cerrato ha sido un ejemplo de innovación y progreso.
Soto fue el primer municipio palentino en abordar la Concentración Parcelaria y uno de los pioneros en poner en marcha canales y sistemas de riego modernos.
Hombres y mujeres cuyo trabajo a lo largo de décadas ha logrado importantes avances para nuestra tierra, en concreto para el Cerrato.
Para aquellos que recuerden la llegada de la Central Eléctrica, conocida por la Central; o la construcción a finales de los 60 de la Planta de Envasado y Distribución de Gas, hoy Factoría de Butano de Repsol; o la última instalación industrial construida, la Central Hidroeléctrica, o finalmente la Estación de Calidad de las aguas ubicada a orillas del río.
Importantes inversiones que siguen impulsando el avance de esta tierra.
Ejemplos todos de un mundo rural que en pueblos como Soto resiste el magnetismo de las grandes ciudades, la lejanía de los servicios públicos, los vaivenes de la economía y que hacen frente a la fuerza de un progreso que parece que solo puede ser monopolio de lo urbano.
Y junto al progreso habéis sabido cultivar a lo largo de vuestra historia el valor de la solidaridad.
Con iniciativas como vuestra Sociedad de Socorros Mutuos antes de que existiera la actual Seguridad Social.
Como la puesta en marcha de un fondo común para ayudar al vecino que perdía un animal antes de que las compañías de seguros hicieran su presencia.
O un Sindicato donde llevar los escasos ahorros o pedir un adelanto para cualquier imprevisto antes de la cosecha.
Los soteños tenéis sin duda muchos motivos para sentiros orgullosos pero estos valores de progreso y solidaridad os definen como un pueblo ejemplar.
Termino ya, que es hora de que empiece la Fiesta.
Mi más sincera felicitación en estas fiestas de Soto de Cerrato. Que podáis compartir días de alegría, reencuentro y de celebración de lo mejor de nuestra tierra.
Enhorabuena al Consistorio, a las peñas, a las asociaciones de jubilados, a la de amas de casa y a todos los que habéis trabajado para que estas fiestas del 2016 sean un gran éxito.
Que vuestro patrón San Antonio y Nuestra Sra. de la Asunción os sigan protegiendo y acompañando en las fatigas de cada día, y bendiciendo vuestros esfuerzos por hacer de este lugar un espacio próspero y digno para nuestros hijos.
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